En la calle Tapinería, en pleno centro de Valencia, Javier Ceacero pintó un mural que se convirtió en una referencia en el mundo del "Arte urbano" valenciano.
Miles de turistas, nacionales y extranjeros, se montaron en esa "bicicleta virtual" adosada a la pared.
Y llegó un grafitero, es un decir, con diarrea mental e hizo su "gracia", gracia de la que estará enormemente satisfecho.
Tan inútil que no siquiera fue capaz de tapar completamente la obra de Javier.
El autor de la obra ha ido colocando carteles denunciando este lamentable hecho, carteles que ha tenido que ir reponiendo ya que el autor del desaguisado también ha ido quitándolos.
10.08.2018
He subido estas imágenes a la web de "Nikonistas" y, por los comentarios que han realizado me he dado cuenta que es muy posible que este sujeto siga haciendo sus salvajadas y elimine un segundo mural del mismo artista y que se encuentra en la parte trasera del edificio del ya desaparecido.
